El
Canal Ético de una ONG (Organización No Gubernamental) es un
sistema interno de comunicación confidencial y, a menudo, anónimo, que permite a cualquier persona con relación a la entidad (empleados/as, voluntarios/as, proveedores, socios/as, etc.)
reportar o denunciar posibles:
- Incumplimientos normativos: Violaciones de leyes y regulaciones aplicables.
- Comportamientos contrarios a la ética, los valores o las normas internas de la ONG (como su Código de Ética o Buen Gobierno).
- Conductas inapropiadas o ilícitas: Casos de fraude, corrupción, acoso (laboral o sexual), malversación, conflictos de intereses, o cualquier otra mala conducta.
En resumen, su función principal es:
- Promover la transparencia y el buen gobierno dentro de la organización.
- Permitir la detección y corrección temprana de irregularidades.
- Proteger a las personas que informan (denunciantes o alertadores) contra posibles represalias, garantizando la confidencialidad.
La implementación de un Canal Ético es una herramienta clave para la
integridad y para
reducir los riesgos reputacionales y legales de la ONG. En muchos países, además, la ley exige a ciertas entidades (incluyendo fundaciones y asociaciones) disponer de un sistema de este tipo (a menudo llamado “Canal de Denuncias”).